AF: “Porque me duelo si me quedo, pero me muero si me voy, por todo y a pesar de todo, mi amor, yo quiero vivir en vos”, Serenata para la tierra de uno, la canción hermosa de María Elena Walsh, cantada por Litto Nebbia y el Cuarteto Vocal Zupay. La tierra, el país, nos duele a veces. Y no está mal que nos duela, porque significa que queremos, que sentimos algo. Estamos acá con Liliana Piani, Diputada Provincial por la Coalición Cívica. ¿Duele el país a veces, ¿no?
LP: Qué tal, Alejandro y Adriana.
AB: Buen día. Bienvenida.
LP: Pido disculpas por la voz… Sí, y fundamentalmente nos duele la pobreza.
AF: Estábamos hablando de eso, sí.
LP: Yo repasaba un poco la propia historia personal, y decía, bueno, qué nos impactaba cuando éramos muy jóvenes, y qué sentíamos que no podíamos ni tolerar ni podíamos convivir, y era con la situación de pobreza que convivían muchos de nuestros vecinos, muchos de nuestros compañeros en la escuela. Y la verdad que mis hijos hoy vuelven a plantear lo mismo. Entonces la sensación es, bueno, ¿qué pasó todos estos años? Y el dolor de tener que llegar a vivir un proceso con el porcentaje con el que hoy podemos convivir de pobres, y por otro lado que se haya perdido a veces hasta cierta sensibilidad de capacidad de reacción ante eso.
AF: Claro, es mucho mejor que te duela a que no sientas nada. Y eso creo que es peligroso, cuando uno llega a convivir con un tema y no siente nada, ¿no? Contanos un poco de vos. ¿Cómo fue tu involucramiento, de muy joven me contabas recién, en los temas sociales, políticos, como algo natural que se mamaba en tu familia, y cómo llegaste adonde estás ahora.
LP: Sí, en realidad yo vengo de una familia peronista. Mi mamá tuvo militancia en el secundario. Mi papá empezó trabajando en una fábrica, como obrero, y terminó siendo director de fábrica, pero defendiendo permanentemente los derechos de los trabajadores. Y la verdad que el debate de la justicia y de lo social siempre fue un tema en mi casa. Después no tuvieron ellos militancia política partidaria, pero sí gente muy convencida del debate de lo que tenía que ser justo. Así que, bueno, de alguna manera esa impronta atraviesa.
AF: Y ahora, en este momento, tenés varias responsabilidades. Me decías recién que también te causa un cierto agotamiento que es lógico, ¿no? Por un lado, estás como Diputada Provincial por la Coalición Cívica, mandato 2007-2011, pero también sos Vicepresidente del bloque y también trabajás acá, en San Fernando. Yo venía pensando -porque es la primera vez que tenemos un legislador en el programa- cuántas cosas tiene que hacer, y cuántas cosas tendría que hacer. O qué es lo que la gente espera de un legislador. Por un lado, legislar, o sea reunirse en comisiones, estudiar leyes, presentar proyectos, pero a vos te he visto en muchas cosas que no son legislando. Apoyando actividades, defendiendo, trabajando en tu partido. ¿Cómo se reparte tu día, entre tantas responsabilidades y actividades?
LP: Sí, no es fácil encontrar el equilibrio. Si uno lo piensa desde la demanda de la gente, por el proceso aparte de fractura que hay entre la representación política y la gente, la gente tiene un nivel de demanda donde quiere que uno legisle, que uno sea mejor, que sepa de todos los temas, que se ocupe del tema partidario, que se ocupe de los conflictos, que se ocupe de la cuestión de su propio barrio, de su vecindario, y la verdad que hay una sobredemanda a veces, una sobreexigencia, pero porque también hay un quiebre en la relación. Hay mucha desconfianza también en lo que significa la representación política. Ahora, por otro lado, también hay historias de vida para mostrar y también queremos defender cuando decimos no todo es lo mismo, no todo tiene el mismo modelo, no todo no se cuestiona nada. Como también le hacemos un planteo por ahí a otros sectores de la propia sociedad que se plantean pocas cosas o debaten pocas cuestiones. Y la verdad que, bueno, sí, la vida es muy exigente. Esto que vos me preguntás, para los que tenemos familia, tenemos hijos, y hay que hacerse cargo. Dar un debate por un modelo partidario diferente, por un modelo de acumulación política diferente, significa muchas responsabilidades y mucha exigencia personal.
AF: Pero, formalmente, vos fuiste elegida por la Primera Sección Electoral de la Provincia de Buenos Aires, que es muy grande. Llega hasta Escobar. ¿Qué significa, que vos, tu responsabilidad es legislar o representar a todos los ciudadanos de esa sección electoral, o son las dos cosas?
LP: En realidad, somos legisladores de la Provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, las temáticas sobres las que debatimos fundamentalmente abarcan las cuestiones normativas al conjunto de la Provincia de Buenos Aires. El modelo electoral, o el sistema electoral, está dividido por secciones, y entonces representamos a una sección de la Provincia de Buenos Aires. Ahora, la diferencia está en que, en general, lo que uno trata de hacer, proviniendo de una sección específica, es recorrer más específicamente su propia sección, digamos, para poder estar más en contacto con la realidad de cada distrito, de esa sección, y ser un vehículo de transmisión de los conflictos o las necesidades. Ahora, esto no quita que no tengamos exigencias sobre el resto de la provincia.
AB: Liliana, en este momento, allá en la legislatura de la Provincia, ¿cuáles son los temas –debe haber infinidades- que ustedes están trabajando, que vos estás trabajando específicamente, en tu bloque, o seguramente estás en más de una comisión? ¿Querés explicarle a nuestros oyentes?
LP: Sí, la verdad que yo no vengo poniendo eje exclusivamente en las comisiones. Como soy Vicepresidente del bloque, por más que el bloque ahora, bueno, se ha dividido, rearmamos un bloque sobre el esquema del ARI-Coalición Cívica, vuelvo a ser Vicepresidente de ese bloque, entonces tengo algunas cuestiones temáticas que tienen que ver con mis comisiones específicas, pero la verdad que abarco otros conflictos porque vengo de una historia de trabajar mucho la cuestión social, entonces me atraviesan y tengo relaciones y vínculos que me tienen permanentemente conectada con eso. Entonces, venimos fundamentalmente, por supuesto, trabajando todo el conflicto de tarifas porque, bueno, yo pertenezco a la Comisión de Usuarios y Consumidores y no sólo presentamos proyectos en la Legislatura, reclamando al Ejecutivo lo que corresponde que trabaje con el nacional, sino que acabamos de presentar un amparo, junto con concejales de San Fernando, hemos dado la herramienta de amparo al resto de los distritos también en función de hacer la presentación judicial que defienda la situación de la gente ante el abuso, digamos, de este decreto. Porque más allá de la suspensión que tenga, o la devolución de subsidios para los meses de junio y de julio, el conflicto va a seguir y, por otro lado, porque se ha generado un cargo que es inexplicable, y la verdad que es una situación de injusticia que impacta sobre el bolsillo, digamos, de los trabajadores, sobre el bolsillo de nuestros ciudadanos…
AB: Estamos hablando tanto de gas como de electricidad…
LP: Gas y electricidad.
AF: Liliana, vos recién orillaste un tema que yo tenía anotado acá, el tema este de la fractura… El diálogo, hoy, planteado por el gobierno, y después de un mes –vos también estuviste, seguramente, en muchos debates de si convenía participar o no–, ¿cuál es tu evaluación hoy de la posibilidad de diálogo, o del éxito o fracaso de algo que fue presentado por el gobierno?
LP: Sí, en la competencia nuestra, el gobernador Scioli también nos convocó al diálogo. La verdad que nosotros teníamos una definición y habíamos sacado un comunicado. Nosotros no creemos en una estrategia de diálogo de gobiernos que no muestran… digo, lo vemos en el Parlamento todos los días y yo lo puse por ejemplo en Radio Nacional, que me llamó por teléfono, digo, el día anterior el gobernador había convocado al diálogo, y al día siguiente, que tuvimos sesión, teníamos conflictos de despidos en un montón de ámbitos laborales, teníamos necesidad de tener licencias extraordinarias para los trabajadores estatales por la situación de la gripe, teníamos… no sé, una cantidad de proyectos de ley para trabajar, que tenían que ver con las cuestiones urgentes de la gente, que no pudimos tratar ninguno. Entonces, ahí tenemos una situación muy concreta de lo que significa la foto, o la cuestión de la política reciclándose y poniéndose otra vez como bueno, está bien, se perdió determinado poder en la elección, pero nos reposicionamos en la gestión pública, y lo que nosotros consideramos que es importante, que es poder trabajar y validar los instrumentos que realmente modifiquen la vida de la gente.
AB: Ahora, esto visto desde un lugar, digamos, partidario… Ahora, cuando uno habla con el vecino, yo acá quiero hacer una aclaración, porque he estado escuchando muchas voces, yo no sé si llegan a interpretar bien esta posición. Y te digo por qué. En principio, porque aquello que “lo cortés no quita lo valiente”. Si yo voy a una reunión, por ahí voy obviamente sin expectativas, pero, bueno, me invitan. Me invitan, voy. Lo que no implica que tenga expectativa, lo que no implica que, en última instancia, inclusive esto lo esgrima frente a ya sea, o antes o después, esto puede ser estratégico… Esto es lo que yo estoy notando un poco las voces, digo, como solía decir un locutor amigo (ya fallecido), pero… a veces estas cuestiones de cómo ve el partido, cómo ve los acuerdos, esas cosas, y cómo lo ve el pueblo. Esto quiero tu opinión.
LP: Sí, el pueblo no lo ve todo de la misma manera. Y me parece que a veces, es cierto que faltan a veces elementos de evaluación, porque no es lo mismo la convocatoria al diálogo entre vecinos que cuando funcionan elementos y cuestiones que vinculan al poder y a lo partidario, donde uno tiene que ser, entonces, mucho más cuidadoso, para ver cuánto la invitación del otro tiene la cuestión genuina que puede tener un diálogo entre vecinos o entre sectores sociales, y cuánto el otro lo utiliza como una herramienta de reposicionamiento. Y la verdad, me parece que en ese sentido Carrió pone un ejemplo que para nosotros es muy contundente. El diálogo de un gobierno que tiene una modalidad perversa, como el gobierno nacional, es muy parecido al diálogo de un marido golpeador, digo, donde vuelve después de habernos dado una terrible paliza, vuelve a mandarnos un ramo de flores y a decirnos: “Bueno, volvamos a tomar un café juntos”, uno vuelve a entrar en ese tipo de invitación, en una relación perversa, y volvemos a estar golpeados. Y la verdad que, a diferencia del diálogo entre los vecinos, nosotros tenemos responsabilidades. Es decir, las responsabilidades que tenemos es mostrarle a la gente que hay un espacio diferente y posible que represente la oposición y que está dispuesto a confrontar con ese modelo perverso.
AB: Bueno, que de hecho se viene confrontando. Yo, lo que percibo es que el ciudadano, en general, a ver, no sé si la palabra “harto” es la que encaja mejor, pero es la única que se me ocurre en este momento de la mañana… que no podamos hacer algo, entre todos los argentinos, esta cuestión de decir “Ay, ¿cuánto hará falta? Dos años largos. Si éste va a ser el esquema durante dos años largos, digo, esto duele, ¿no? y hay como una sensación de impotencia, porque aun cuando hayan voces que constantemente reclaman y confrontan, y son muy duros y claros en su presentación, y en lo que esgrimen, está esta sensación, yo noto que la gente está, en general, el ciudadano argentino, provinciano, acá, mis vecinos, buenos, con los que hablo todos los días, desanimados.
LP: Sí, yo creo que, a ver, desanimados porque es cierto que estamos viendo situaciones de gran confusión, situaciones de mucha… Ayer yo escuchaba el discurso de la presidenta y bueno, la verdad que instala nuevamente un modelo de confrontación muy fuerte. No es sencillo dar un debate entre intereses tan fuertes. Y no es sencillo recuperar el debate en la política cuando hay intereses económicos tan fuertes. Entonces, acá hay un modelo, digamos, de concentración de poder y que se expresa en una parte a través de partidos, o de los partidos tradicionales, como decimos nosotros, pero fuertemente a través de los intereses de los empresarios. Y ese tipo de disputa no es una disputa sencilla. Y me parece que al común de la gente a veces le cuesta ver, porque faltan elementos para poder ver esa pelea. Ahora, a veces el común de la gente también tiene grandes confusiones, porque a veces nosotros decimos, bueno, Cavallo tenía una especie de reconocimiento del 70% de la población en un momento. Y fue muy poquito antes de que se desatara la peor crisis que tuvimos. Entonces, habrán pasado 60 días entre ese 70% y la terrible crisis que, digamos, desnudó lo que había instaurado el modelo de Cavallo. Entonces, cuando faltan elementos de análisis, no es fácil, digamos, poder tener la mirada más compleja que significa la puja de intereses que se está desatando.
AB: No, obviamente. Lo que quería saber, por ejemplo, ahora, cuando entren los nuevos legisladores, el 10 de diciembre, la legislatura provincial, por lo cual podemos hablar más precisamente esta mañana, porque es donde vos estás trabajando a diario, ¿cómo va a quedar esa composición? ¿Cómo va a quedar la mayoría, nos podés explicar para los que nos están escuchando, que ya el 28 de junio nos quedó allá atrás?
LP: No, no sabemos cómo va a quedar la composición. Podemos hablar del bloque nuestro. Va a tener 9 miembros, nosotros vamos a pasar de 6 diputados del ARI a 9 diputados del ARI…
AF: De un total de…
LP: ¿De un total de la cámara?
AF: Si.
LP: De 92. No sabemos, porque creo que el espacio De Narváez, PRO, Solá queda dividido en 3 bloques, no sabemos el bloque del Frente para la Victoria, si va a quedar unificado. Imaginamos que no, por la crisis que viene sufriendo. Así que no es fácil ver hoy la composición final, digamos, de diciembre.
AF: El sábado pasado comentamos, pensando, bueno, que en realidad lo que falta acá es una división de poderes, y en algún momento alguien se preguntó cuál es el poder más importante, y alguien citó que el filósofo John Locke había dicho que, en realidad, el más importante es el legislativo. Yo creo, y estoy esperanzado en que la revalorización del espacio legislativo después de las elecciones pueda ser parte de la solución. Porque estamos siempre esperando que el ejecutivo cambie, que el ejecutivo haga cosas distintas, que tenga otra actitud. Yo a esta altura no tengo esa esperanza, pero sí va a haber una composición nueva, con gente muy importante en al cámara, a partir del 10 de diciembre, y es un poder tan importante, o tal vez más importante que el otro. Y, entonces, yo creo que si valorizamos ese espacio, ustedes lo van a hacer, y la ciudadanía ve que ahí hay también un poder importante, me parece que es un poco la salida que estamos esperando, ¿no te parece?
LP: Sí, yo a a veces cuento la experiencia, digamos, en el concejo deliberante. Yo fui concejal del 95 al 99, el primer período, y la verdad que la experiencia más fuerte que tuvimos fue plantarnos muy fuerte como oposición, pero conectados también muy fuerte con las organizaciones barriales. La verdad que ese instrumento, de la información que nosotros podíamos tener a partir del espacio institucional, y de estar conectados permanentemente con las organizaciones barriales, generó, digamos, un instrumento novedoso que nos permitió trabajar de una manera diferente. Lamentablemente la crisis, el proceso, digamos, después del 2001, la inseguridad, bueno, volvió a la gente dentro de sus casas, a enrejarse, y se perdió ese resurgimiento, con una etapa de organización más barrial, más de bueno, si había un conflicto en un lugar darse un modelo de organización. Me parece que hay condiciones para volver a trabajar sobre una instancia así. Y me parece que, como decís vos, que el ámbito parlamentario es el ámbito fundamental. La verdad que fue desvalorizado y vaciado durante muchísimo tiempo.
AF: Pero ¿vos dirías que un legislador por naturaleza es más dialoguista que un ejecutor, o no ves esa…? O sea, después de haber convivido durante meses y meses en comisiones, en discusiones, tomando un café inclusive con la oposición, ¿un legislador es más dialoguista?
LP: Y, el ámbito parlamentario es obligadamente dialoguista…
AF: Por eso…
LP: Obligadamente dialoguista. Lo que pasa que me parece que el modelo que nosotros tenemos tiene, digamos, un nivel de tanto poder sobre los ejecutivos que me parece que son temas que tenemos que darnos como debate, también. Por eso marcamos muy fuerte y el diálogo nosotros lo cuestionamos desde ese lugar. Bueno, necesitamos que el diálogo se instaure mucho más fuerte en el parlamento, porque si no, si no fortalecemos el ámbito legislativo, en realidad tenemos la foto que marcan los ejecutivos y, hoy, bueno, en este fracaso aparte que fue la propuesta, pero no tenemos el correlato de lo que se envía a los parlamentos o a las legislaturas en función de mostrar la aceptación de un cambio. Bueno, ahí es donde nosotros queremos plantarnos de manera más fuerte.
AF: Cuando hablamos con María Luisa Storani por teléfono, el caso tuyo, tenemos pendiente una charla con Marcela Rodríguez, es impresionante la cantidad de trabajo que hacen los legisladores, y que muchos no salen a la luz. O sea, trabajos serios que quedan ahí. A uno le dan ganas de llorar, porque muchas de las cosas que uno está planteando que habría que hacer ya están planteadas. Hasta tres o cuatro proyectos, cada uno mejor que el otro, y están durmiendo ahí en los cajones, cuando son la solución para la pobreza, para la inseguridad… están ahí. Entonces, a uno le dan ganas de llorar, si hay tanta gente capaz que dedicó tiempo, que trabajó en comisiones, con gente de distintas opiniones, y uno lee el proyecto de ley, no lo leí completo, pero le da una ojeada, y sí, ojalá que se implementara eso. ¿No tenés esa frustración vos? O sea, el día que mañana, cuando hagas otro proyecto de ley, dirás: “¿Servirá para algo esto?”.
LP: Sí, me acuerdo cuando tuvimos una presentación en San Isidro, creo que una señora, una vecina, que hizo una especie de reclamo, ¿no? Entonces dijo, bueno, pero por qué, tendrían que trabajar estas cosas. Y yo le dije hay tantos proyectos vinculados a lo que usted está planteando…
AF: Ya está hecho…
LP: Claro, como hay innumerables en un montón de temáticas que están durmiendo el sueño de los justos, y que yo entiendo que la gente cree que a veces la situación empieza cuando ella se conecta con esa situación. Y la verdad que no es así. Hay mucha historia detrás. Es difícil que a veces se pueda conocer. Ahí es donde nosotros le hacemos un reclamo al colectivo, al conjunto de la ciudadanía, que también se comprometa en otro plano de conexión con estas cosas. Porque si no hay una especie de reclamo permanente hacia…
AF: Hagan algo…
LP: Y hay poca conexión o con lo que se hace o con lo que se intenta, porque los que estamos en espacio más chicos, digamos, los opositores, ponemos un gran esfuerzo en los intentos…
AF: Más que los otros…
LP: Y nos tapa el tsunami de los oficialismos.
AF: ¿Y el periodismo, cómo colabora, o no colabora en hacer conocer estos proyectos?
LP: Yo siempre cuento una situación, ¿no? Cuando yo entré al concejo en el 95, que había todavía, digamos, lo que nosotros llamamos mayor posibilidad de periodismo independiente, había un canal de cable local que tenía un noticiero que mostraba mucho los conflictos de cada barrio. La verdad que fue un instrumento que nos permitió trabajar mancomunadamente de una manera muy eficaz. Eso se perdió. Se perdió porque se va condicionando de los recursos que juegan también los oficialismos en los municipios. Lo mismo que en la provincia o en la nación. El tema de los recursos es un tema a debatir. Y hay que tener normas claras para este tipo de cosas.
AF: Y hay un modelo que vos decías de ejecutivo de mostrar que los legisladores no sirven para nada, ¿no?, que es bastante intencional, porque, está bien, habrá muchos que no hacen nada, pero cuando uno vio, me acuerdo el debate de la 125, creo que a toda la sociedad argentina nos deslumbró ver qué capacidad había de personas que ni sabíamos que existían.
AB: Bueno, pero yo creo que es difícil, digo esto como saber bien, qué se yo, no sé, el proveedor cómo está compuesto el directorio. Hay un montón de cuestiones que el común de la gente, en la medida que, no sé, no lee el Boletín Oficial, o entra, hoy, por Internet, para ver proyectos específicos, lo que la prensa y los medios deciden dar, estar en el detalle es un poco difícil. Se van implantando temas, como hablamos esta mañana, cuando abrimos el programa. La 125, bueno, ya venía de arrastre todo ese tema, y seguimos, porque obviamente son situaciones que todavía están a solucionarse o, por lo menos, a tratar de llegar a un nivel de consenso, esperemos ¿no?
AF: Estamos en “De espectadores a actores”, el programa de la Mesa Interreligiosa del Conurbano Norte de la Coalición Cívica, con la Diputada Provincial Liliana Piani. Si tienen alguna consulta, a esta hora de la mañana, 4798-9454 o 4793-3510. Liliana, yo sé, por otras personas que me comentaron, que fuiste muy importante en toda esta movida para detener el avance del juego en el conurbano norte, que fue muy fuerte hace un año, con una intención de poner máquinas tragamonedas, o sea entrar con todo en la zona norte donde no había todavía. ¿Cómo está eso? ¿Está esperando un hueco para meterse de vuelta, o podemos quedarnos tranquilos que eso no va a pasar por ahora?
LP: No, tranquilos no nos vamos a quedar nunca, porque eso está permanentemente en tensión. Y, por otro lado, hasta que no se respete la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, y el juego público y popular sea explotado por el estado, y se ponga el criterio que tiene que tener el estado, que sea reservado, digamos, a espacios de esparcimiento, de las zonas costeras, donde uno se va de vacaciones, y no, digamos, esta distribución que tenemos en cada uno de nuestros pueblos y localidades donde hay una especie de mini-casino en todos lados, que termina sacándole a los pobres 150 pesos que a veces cobra la gente del Plan Trabajar, va a estar permanentemente latente. Y la verdad, que el debate fuerte que tuvimos y por suerte, bueno, nos acompañó en este caso Monseñor Casaretto, de una manera muy contundente, bueno, permitió frenar una movida que venía, así, vertiginosamente, y en esto que ustedes plantean, del conocimiento, yo me acuerdo de la charla que tuve con Monseñor Casaretto, donde él me decía: “Mire, yo pedí los proyectos que están para tratarse, y no hay ninguno de esos proyectos”. Y yo le digo: “No, ¿sabe lo que pasa, Monseñor? No se trabaja así. El proyecto aparece el mismo día que se vota…
AF: ¡Qué bárbaro!
LP: Y él me dice: “¿Cómo se puede trabajar así?”. Es que así se trabaja. Entonces, a veces no está la dimensión de cómo se convive en el espacio legislativo cuando los ejecutivos juegan, y las mayorías juegan de esta manera.
AF: ¿Y cómo se contrarrestan estas artimañas? ¿Qué hay que ser, más mañoso que los mañosos, o… cómo hacés vos, si vos sabés que están pasando estas cosas, y se va a hacer algo a las 3 de la mañana, cómo se convive con esa forma de manejar la…
LP: Bueno, en este caso puntual, lo que hicimos fue abrir la información y buscar aliados, porque la verdad es que es la única manera de tener la posibilidad de dar una atención contundente a lo que se venía casi de manera aplastante. Bueno, esa es una estrategia permanente, con quién uno se puede aliar en función de, bueno, frenar o poner algún condicionamiento a lo que vemos que si no a veces casi pasa desapercibido. Después nos encontramos con los hechos consumados, o la gente por lo menos se encuentra con los hechos consumados, y supone entonces que el resto no hace nada.
AF: Sí, sí…
LP: Incluso a veces es difícil ver…
AB: Ahora, ¿cómo hace el común de la gente para enterarse? Acá hay un juego, no sé juego no es la palabra, buscar un equilibrio entre aquello que los medios publican, y dan a conocer, y la labor de ustedes. ¿Cómo manejan ustedes esto, porque el común de las personas no está en la legislatura de la ciudad de La Plata. Imaginate, con todas las secciones que tenemos, es imposible, tener esa… Es decir, ¿cómo buscan ustedes, están constantemente los medios, se niegan… yo estoy entrando en un terreno un poco jabonoso acá, pero quería un poco saber. Porque sino, ¿cómo, no?
LP: Es muy difícil poder tener, desde el ámbito de la legislatura de la Provincia, para los que somos oposición, posibilidad de tener contacto con un medio nacional. Por otro lado, creo que también hubo una funcionalidad, que la legislatura de la Provincia es un ámbito que prácticamente nadie conoce. Uno ve el ámbito de la legislatura nacional, porque, bueno, se ven los debates, o porque hay un nivel mayor de información, pero la verdad que la legislatura [provincial], lo mismo que muchos concejos deliberantes, digo, yo me acuerdo cuando éramos jóvenes, uno tenía dónde quedaba un concejo deliberante…
AF: A qué hora delibera…
LP: O para qué servían. Nosotros, la primera estrategia de trabajo, íbamos a un barrio y le decíamos: “¿Usted sabe para qué sirve un concejal?”. Porque me parece que era una pregunta de interpelación hacia el vecino que es cierto. La verdad que la gente tampoco se pregunta para qué sirve un concejal. Y a veces cree que sirve para la cosa más disparatada, que tampoco tiene que ver con el propio rol, pero no tiene en claro. Y bueno, la legislatura siempre fue un espacio prácticamente desconocido. También hubo una estrategia de que fuera de esa manera.
AF: Sí.
LP: De que no se conociera qué pasaba dentro de ese ámbito. Bueno, me parece que es lo que hay que intentar poder revertir y, por otro lado, bueno, también reclamamos la posibilidad de que la gente también se conecte, porque así como hoy hay herramientas nuevas, y está, bueno, Internet, están las páginas, y a través de la página de la Cámara se ingresa a los proyectos presentados, bueno, se ingresa… No está toda la información por ahí como debería estar, pero hay bastante información.
AF: Vos considerás… Uno escucha a veces, o ves por programas de televisión o películas, que en otros países, cuando hay una cuestión así importante, dicen: “Manden cartas a su representante”, ¿no? Ese caso, en la estructura nuestra, uno no está de acuerdo con el juego, por ejemplo, y uno, ¿podemos decir: “Mándele cartas a Liliana Piani”, y eso sirve para algo, o tenemos otra forma de manejar? ¿O no tenés estructura vos para recibir esa cantidad de reclamos o llamadas telefónicas? ¿Cuál es el contacto tuyo con tus representados?
LP: No, no, nosotros recibimos, recibimos no sólo cartas, recibimos correos en el despacho, la verdad que trabajamos bastante con las cosas que nos llegan, y a su vez tenemos todo un entramado en red, digamos, con los sectores de la Coalición en función de, bueno, que circule la información de la manera más eficiente que podemos.
AF: Pero, digamos, si hoy hay un problema, ¿es válido decir, bueno, mandemos cartas al despacho de Liliana Piani, o mails, y te sirven a vos?
LP: Sí, sí. Nosotros trabajamos con eso, sí, absolutamente. Sí, nos llegan permanentemente. Es más, hemos tomado algunas iniciativas también en función de cuestiones puntuales que manda la gente. Eso, obviamente que es una herramienta que sirve.
AF: ¿Y vos lo usás, eso, digamos, “me llegaron tantas cosas, y hay gente preocupada”.
LP: Sí, sí.
AF: Bueno, es bueno saberlo. Veo que también, buscando un poco, participaste en una propuesta del sistema de salud nacional con Brenda Quintana, ¿puede ser?, en febrero de 2007. O sea, ¿es un tema más que interesa, a nivel nacional más que provincial?
LP: Sí, lo que pasa que yo pertenezco al ARI nacional, yo pertenezco a la mesa del ARI Nacional. Entonces, bueno, Brenda Quintana es una persona que asesora a Elisa Carrió, bueno, con las que venimos dando un debate porque, bueno, es un espacio que tiene que darse un debate en el tiempo e ir consolidando un modelo de propuesta. Entonces, bueno, tenemos colgado ese documento en función de, digamos, un documento para ser discutido y seguir siendo trabajado. Ella pertenece a los equipos nacionales, así que, bueno, ahí es donde nosotros tratamos de aportar. Y la verdad que sí, que el tema de salud, digo, si nosotros recorremos los distritos, la verdad que lo que vemos, no sólo vemos el conflicto de la pobreza sino el retroceso en lo que tiene que ver con el sistema sanitario, y con la salud de la población, en un país que invierte muchísimos recursos en salud, muchísimos recursos…
AF: Hay plata…
LP: Muchísimos recursos superpuestos en salud, y que tienen poco que ver con la calidad de atención que se recibe. Yo, el otro día, nosotros, bueno, en el distrito de San Fernando se está conformando un foro de salud entre distintos sectores, y yo contaba la experiencia, digo, ya hablo como una persona bastante mayor, me empieza a impactar también eso, yo hablo de la experiencia, digo, el distrito de San Fernando, en el año ochenta y pico, que yo no vivía ahí, en esa zona, estaba destacado como uno de los que mejor había trabajado, lo que fue el programa Tambos, que eran equipos de salud interdisciplinarios que trabajaban en los barrios, y se conectaban directamente casa por casa. Hoy tiene desmantelado sus centros de salud de atención primaria. Entonces, no sólo no se avanzó, se retrocedió de una manera terrible. Así le ha pasado a la mayoría de los municipios.
AF: Ayer veía, por el tema de la salud que está a nivel mundial hoy, ¿no?, porque está Obama, en Estados Unidos, queriendo implementar un sistema mucho más abierto de salud, y hay gente que se queja mostrando el ejemplo, según ellos negativo del sistema de salud de Inglaterra, del Reino Unido, o sea es una polémica que se ve a nivel mundial, donde cada país tiene que buscar su propio sistema, y evidentemente no hay un modelo que nos sirva a nosotros, me parece ¿no?
LP: Sí, y defenderse de los intereses de las corporaciones.
AF: Ah, bueno…
LP: Que no son pocos.
AF: Ese es el principal obstáculo…
LP: Y, absolutamente.
AF: Medicina privada o pública.
LP: Medicina privada, la industria de las farmacias, las obras sociales sindicales, son de los intereses y de las corporaciones más fuertes que deben generar atención dentro de un modelo de un país.
AF: Lo interesante es que vos dijiste, y lo remarco de vuelta, que hay dinero. O sea, porque uno dice que el principal problema es que no hay dinero. No, hay dinero que está mal usado, mal distribuido, superposición. Ese sería tal vez el nudo de la cuestión.
LP: Este país tiene recursos. Y tiene muchos recursos en salud. Y lamentablemente tiene muy mala calidad de atención en salud.
AF: En salud misma, sin tener que traer de otro lado. O sea salud misma, presupuesto tiene…
AB: Sí, la verdad es que el tema de salud, son muchos los temas, ahora, rescato mínimamente, cuando uno ve algunos otros países, que se está debatiendo, como Estados Unidos, qué prestación de salud va a dar, yo sé que nosotros tenemos todavía la posibilidad de llegar a un hospital –municipal, provincial, nacional– que seguramente está escaso de recursos, pero que todavía podemos ir a una guardia y ser atendidos, digo...
LP: Porque nosotros seguimos teniendo lo que fueron dos modelos de políticas universales, que siguen estando, vaciadas, con dificultades, pero siguen siendo un modelo de política universal, que es la atención pública de salud y la escuela pública. Entonces, esos son dos modelos universales, por eso marcamos muy fuerte nosotros la discusión de lo que significa un modelo universal, y no un modelo focalizado. Lo mismo que tiene que ver con las políticas sociales. Entonces, “universal” no pone condicionamientos de quién lo debe utilizar, sino que está al alcance de cualquiera, independientemente de sus ingresos. Lo que tiene compensar el que tiene mayores ingresos, a través de sus tributos, al sistema para ser sostenido.
AF: Y si alguien quiere otro tipo de salud, otro tipo de educación, es libre de hacerlo. Pero, digamos, la base tiene que ser común…
LP: Se tiene que sostener un modelo universal. Y la verdad que la salud y la educación son dos ejemplos de ese modelo.
AB: Ahora, vos decía que había recursos, con lo cual qué está faltando, ¿una auditoría?
LP: No, lo que está faltando es que haya una propuesta nacional de salud. Y que discuta, digamos, porque es disparatado tener tantos subsistemas conviviendo. No se puede tener un sistema universal, público, un sistema de pre-pagas, un sistema de obras sociales, es imposible convivir con tantos subsistemas.
AB: Pero podría haber dos, ¿no? Uno, universal, y una, privada, y la gente…
LP: A ver, uno puede, a los sistemas universales, después, desde su individualidad, agregarle lo que quiera, pero lo que tiene que estar garantizado es un modelo universal. Entonces, lo que tenemos que discutir es un plan nacional de salud, que articule todos los recursos.
AB: Que, de hecho, como argentinos, había alguno de estos parámetros que a nosotros nos distinguían en el mundo, ¿no es cierto? Como también la educación, y de hecho todo el mundo sabe, y nos piden nuestros facultativos, nuestros médicos, son reconocidos en el exterior en muchisimos lugares. El problema está en cómo es el engranaje acá dentro, que es lo que vos nos explicabas recién, ¿no? Y hago mención acá, tengo a Horacio, que está de acuerdo con todo lo que estás diciendo, que es un vecino no de San Isidro que nos está llamando, agradecemos que lo haya hecho. Y él dice que para él el poder legislativo es lo más importante, en tanto y en cuanto no delegue sus poderes en el ejecutivo, como pasa desde la época de Cavallo.
LP: Absolutamente. Claro, por eso hablamos de reivindicar el rol del legislativo que fue vaciado desde hace muchísimo tiempo. Entonces, hay que hacerse cargo, hay que hacerse cargo del debate, pero hay que hacerse cargo de que ese sea un poder que funcione, qué es lo que pasa con la relación con el ejecutivo o con los ejecutivos que, bueno, lo que han intentado, a través de todo este tipo de delegaciones, es concentrar la suma del poder público, prácticamente.
AB: No va a ser fácil, ¿no?, porque yo digo, yo mando, yo hago. No tengo que estar consultando, me facilita, ahora va en contra de todo lo que debe ser un país serio.
LP: Y, después, la manipulación sobre la propia población. Yo recién me acordaba lo que fue, cuando hablábamos de los medios y de la manipulación y de los mensajes, lo que fue toda la convocatoria al voto bronca, al voto Clemente, en su momento, cuando, en realidad, los que manejamos alguna cuestión de los sistemas electorales teníamos claro que eso terminaba beneficiando a las mayorías, que se quedaban con las mayorías en todos los ámbitos legislativos. Era muy difícil de explicárselo al común de la gente. Porque no teníamos capacidad de multiplicar la voz para poder llegar a todos los millones que había que llegar. Y la verdad que terminó siendo así. Terminamos con concejos deliberantes con legislaturas con mayorías absolutas, y pasamos un montón de años entonces delegando facultades de todo tipo. Entonces, hay todo un debate, digo, porque hay que seguir abriendo, profundizando, y garantizar canales de comunicación. Yo digo, hoy quería, no me quiero ir, digo voy a pasar un aviso parroquial. Quiero que la comunidad tome un debate de una ley que, bueno, ya se cayó, la volvimos a reproducir, tiene media sanción en la Cámara de Diputados, está durmiendo en el Senado…
AB: ¿Estamos hablando a nivel nacional?
LP: No, a nivel provincial.
AF: ¿Qué ley?
LP: Y, la verdad, no es una ley que vaya a cambiar la vida de la gente, pero a nosotros nos parece que es un instrumento importantísimo. Primero, por el reconocimiento de cómo se destruyeron las organizaciones barriales, las organizaciones sociales, y por el rol del estado, que significa recuperar esos espacios. Nosotros queremos recuperar los clubes de barrio, y que por ley sean declarados bienes sociales al servicio de la comunidad, como son las casas cuando uno las inscribe como bien de familia.
AF: Inembargables.
LP: Y que sean inembargables, que estén protegidos, que los negocios inmobiliarios no nos arrasen con lo que son los espacios físicos concretos que han representado el esfuerzo de todo una comunidad histórica, la historia de esa propia comunidad y el espacio de convocatoria común que tenemos todos en cada uno de nuestros barrios, donde nos juntamos para charlar lo que le pasaba al vecino de la esquina, donde los pibes se juntaban a jugar a la pelota o a tomar la leche, y donde no había, por otro lado, diferencias religiosas, diferencias de clase social, digo, era el espacio unificador de una sociedad que se veía muchísimo más integrada que la que podemos ver hoy.
AF: “Luna de Avellaneda”, ¿no?
AB: Sí, bueno, más o menos eso sería…
LP: “Luna de Avellaneda”, cuando hicimos el proyecto, el gobernador Solá, que era gobernador todavía en esos momentos, largó el programa “Luna de Avellaneda”, para taparnos el proyecto. El programa nunca funcionó y el proyecto de ley sigue durmiendo.
AB: Sí, estas cuestiones de poder, no, es decir, a veces, yo esta mañana no me he levantado con todos los ánimos, debo reconocerlo, pero así que el tema del poder es un tema que también me quita sueño, es el tema, ¿no?, cuánto se hace por sostener un poder y cuán poco me importa qué le ocurre al resto, lo que necesito es estar en esa eterna pasarela, ¿no? Es decir, esto de entrar a la política ha hecho que mucha gente se ha desanimado. Charlábamos hace un ratito, antes de empezar el programa, el 2001 que la gente se empezó a sumar, después con la 125, digamos, a veces hay hitos por los cuales la gente empieza a volver a sumarse, los cacerolazos. Deberíamos, y coincido contigo, involucrarnos todo el tiempo, pero esta cuestión de qué se hace para mantener un poder, realmente preocupa, ¿no?
AF: Vamos al segundo tema, y después vamos a ir cerrando con la mesa de café, con la diputada Liliana Piani.